En quinto grado, los estudiantes se sumergen en el fascinante mundo de la programación a través de Scratch. Esta experiencia les permite crear sus propios proyectos interactivos, desde animaciones hasta juegos sencillos, mientras desarrollan habilidades clave como el pensamiento lógico, la resolución de problemas, y la creatividad. A través de esta herramienta intuitiva, los alumnos descubren que la programación no es solo para expertos, sino una ventana abierta a la innovación y a la expresión personal.